El retrato romano
Augusto de Prima Porta ( siglo I d.C.)
La escultura tuvo un fin público: dar a conocer a los héroes romanos y los eventos que hicieron la gloria de Roma. Grecia influyó en estos retratos, pues Roma aprovechó los modelos escultóricos de los griegos de la época clásica y helenística para realizar sus retratos. Con ellos representaban a los personajes de forma naturalista evitando toda idealizacion del retratado, mostrando la absoluta realidad de los personajes. Este retrato tuvo una serie de curiosidades y características:
- Al principio las esculturas se hacían en cera, aunque luego se sustituyó por el bronce y el mármol.
- En las primeras imágenes solo se reproducía la cabeza y el cuello. Hasta el S. I d.C. en que se amplió al pecho y los hombros, no comenzaron a realizarse retratos de media figura o incluso de cuerpo entero (algunos montados a caballo).
- Los romanos eran supersticiosos y no les gustaba mencionar la muerte, por lo que los retratados siempre aparecen como si estuviesen totalmente vivos, recogiendo cada rasgo facial para que fuesen plenamente realistas.
- El retrato griego se diferenció del romano, pues el escultor romano no creaba formas representando una belleza ideal ante sus héroes como los griegos ( que mostraban a sus héroes como auténticas bellezas incluso sin ser así). Los romanos siempre mostraban tipos concretos, exactos y reales, repesentaban las cosas tal y como eran.
- Tenían interés por dejar memoria de todo lo ocurrido como conquistas, guerras o grandes acontecimientos.
- Tenian una costumbre típica romana, llamada "imagines maiorum", costumbre de hacer máscaras de cera de sus difuntos, para conservarlas en sus casas y llevarlas en las ceremonias religiosas funerarias, éstas máscaras se realizaban en bronce u otros materiales.
- La mayoría de las obras son de artistas etruscos y griegos, muchos mantenidos en el anonimato.
El retrato romano evolucionó según las distintas etapas, y para poder distinguir la época en que fue creada la escultura es necesario observar algunos detalles, como los ojos, la barba y el cabello. En el retrato femenino, además, quedan reflejadas las distintas modas en los peinados.
En la siguiente imagen se puede contemplar el desarrollo de las distintas etapas del retrato romano:
Elisabeth Álvarez Kacherou y Desiree Puche García, alumnas de 1º de bachillerato de humanidades.
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